Las universidades deben reinventarse, en un mundo globalizado y de total acceso en cualquier lugar, la oferta de cursos y educación superior es infinita. Sin embargo, esto ya no es suficiente, las universidades de Latinoamérica deben ser capaces de generar instancias para albergar ideas innovadoras y que estas se materialicen en emprendimientos. Pero, ¿Cómo pasar de la teoría a la práctica? ¿Qué se necesita para dar este paso?
No cabe duda de que estamos viviendo cambios profundos en la educación. Con la llegada de las clases online, miles de universidades se han tenido que replantear la forma en la que están enseñando y se han cuestionado qué habilidades y conocimientos les quieren otorgar a sus estudiantes, o mejor dicho a los futuros agentes de cambio. Esto, porque además del cambio acelerado en la transformación digital y el uso de tecnología para las clases, la pandemia ha validado la enseñanza a distancia y hoy es posible acceder a cualquier casa de estudios del mundo, haciendo la oferta educativa prácticamente infinita.
Esto es acompañado de que las universidades ya no se miden únicamente por cantidad de patentes, años de acreditación, prestigio, papers publicados, tasa de empleabilidad, sino que ahora también por la cantidad de fundadores, número de emprendimientos tecnológicos (startups) formados e, incluso, capital privado levantado (Entrepreneurial Universities and Regional Contribution, 2018).
Las Instituciones de Educación Superior son generadoras y formadoras de talento, el insumo clave en la era tecnológica, en la cuarta revolución industrial. Las universidades tienen la ventaja de contar con grandes volúmenes de estudiantes talentosos que deben capitalizar. Ahora bien, el gran desafío al que se enfrentan es generar las instancias que permitan a este talento albergar ideas innovadoras y creativas, que contribuyan al desarrollo económico, social y cultural y puedan hacer frente a los desafíos propios de los países emergentes.
«Las universidades nos preparan para trabajar como empleado público o privado. No no preparan para ser una persona emprendedora, ser nuestro propio desarrollador de nuestro sueño emprendedor.» – Emprendedor en Prodem
Las universidades del futuro
Hoy en día, innovación y emprendimiento se enseñan en algunos programas de postgrado vanguardistas, como también se enseñan las nuevas metodologías en pregrado para diversas carreras. Sin embargo, es hora de pasar de la teoría a la práctica. Así lo señala la nueva edición de “The Future Universities Thoughtbook: During Time of Crisis”, un artículo que ofrece las contribuciones de más de 150 expertos para diseñar los cinco objetivos principales de las universidades en 2040. Si bien estos objetivos pueden no cubrir todas las actividades desempeñadas por las casas de estudio, otorgan una idea de las visiones actuales sobre la evolución de las universidades y pueden inspirar conversaciones estratégicas. Estos cinco objetivos son:
- Talent-engine: Este primer rol se centra en el desarrollo y la validación de competencias relevantes en los estudiantes para prepararlos para toda su carrera profesional, ya sea como empleado, empleador o autoempleado, así como para ser mejores ciudadanos. Para lograrlo, es fundamental realizar cambios en la forma de enseñar actual. Las clases sincrónicas se transforman en seminarios, talleres, proyectos y mentorías centrados en el estudiante. Los exámenes basados en la memoria se convierten en proyectos y desafíos. De esta manera, toma aún más importancia generar instancias que permitan albergar nuevas ideas que se transformen en proyectos de alto impacto.
- Life partner: Este rol se centra en el incremento y la mejora de las habilidades de los miembros de la sociedad a lo largo de sus vidas, con el fin de que puedan afrontar con éxito los retos de un mundo cambiante. Los estudiantes ya no son solo quienes recién salieron del colegio, sino que pueden estar en cualquier etapa de sus vidas y las universidades deben adaptar su oferta para que sea atractiva a un nuevo alumno permanente que busca organizar sus estudios de distintas formas y continuar formándose en los tiempos que desee.
- Discovery: Este rol se centra en el desarrollo de una investigación visionaria y colaborativa de vanguardia para incrementar su contribución al desarrollo económico y social de la región. Los modelos de colaboración para la investigación son muy diversos, es importante el trabajo en conjunto de diversos grupos de interés con experiencia y conocimiento complementarios, ya que crea una gran cantidad de sinergias y mejora exponencialmente los resultados de la investigación y el impacto que genera. Además, los campus universitarios se convierten en espacios inteligentes e interactivos donde se prueba y se muestra parte de la investigación que se realiza.
- Home Base: la universidad del futuro se convierte en un espacio abierto de intercambio para el trabajo colaborativo en la región. De esta forma, se transforman en un interlocutor y socio legítimo en su región, un actor respetado y apreciado que se posiciona como un punto de encuentro para la interacción formal e informal, así como el trabajo conjunto en educación, formación continua, mentoría, investigación o emprendimiento de los principales actores de la región: estudiantes, académicos, institutos de investigación, emprendedores, empresas, gobierno y otros grupos de interés. Esta universidad es parte central de un ecosistema de innovación regional.
- Launch-pad: La universidad del 2040 se convierte en una base para el emprendimiento de estudiantes, académicos, empresas y la sociedad en general. La universidad es la principal fuente de nuevo conocimiento, investigación y tecnologías que pueden ser escalables y comercializables. Al mismo tiempo, se forma al talento que puede sacar el mayor partido de este conocimiento y tecnologías. En este rol, la universidad pretende aprovechar su capital humano y sus recursos para incrementar su impacto social, contribuyendo al desarrollo a través de la innovación y el empleo de calidad.
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Los emprendimientos estudiantiles importan
A partir de lo anterior, podemos observar que es fundamental que las universidades aprovechen a sus estudiantes y potencien los espacios de innovación y emprendimiento. World Economic Forum, señala que la demanda de los estudiantes de cursos de emprendimiento, sobre todo los relacionados con el emprendimiento social, se ha acelerado en los últimos años, lo cual puede reflejar su desilusión con un mundo creado por otros. Los millennials quieren dar forma a su propio futuro y las habilidades empresariales son clave para su vida laboral.
De hecho, las universidades ya no solo se miden por el nivel de empleabilidad de sus estudiantes o la cantidad de investigaciones que lanzaron el año anterior, sino que cada vez toman más importancia las métricas asociadas con el emprendimiento en pregrado y posgrado: Nº de founders, capital levantado y número de startups que apoyan anualmente. En la siguiente imagen se muestra el ranking de Pitchbook de universidades que apoyan a un mayor número de emprendedores:
Imagen: Pitchbook
Las Instituciones de Educación superior cuentan con los recursos, infraestructura y habilidades para potenciar el emprendimiento de sus estudiantes. El fomento de los estudiantes emprendedores debe convertirse en parte del tejido de la universidad: un componente clave de sus misiones de contribuir a la prosperidad y el progreso social, especialmente después del trauma de 2020. Los estudiantes emprendedores ayudan a construir y aprovechar las conexiones internacionales de la universidad.
Pero, es importante notar que esto requiere de cambios profundos en la pedagogía actual y puede que las universidades no tengan el know how para transformar sus estudiantes en emprendedores, es por esto que toma una gran importancia la colaboración con otros actores del ecosistema. En Digevo Ventures, a través de nuestros servicios para universidades, logramos potenciar a los estudiantes para que logren generar proyectos de alto impacto. De esta manera, la Institución de Educación Superior puede ser un actor clave en el ecosistema emprendedor.
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